El pez maldito: Todos quieren quedarse con los buenos peces.

¡Los infieles falsifican documentos! Pasa ahora y pasó antes. Los romanos falsificaron la palabra de Dios y nunca se convirtieron a la fe de Jesús. Jesús y los demás santos ya sabían que los romanos que los perseguían falsificarían sus dichos, e incluso muchos de los dichos de los profetas que vivieron antes de ellos, por eso decían muchas cosas en parábolas, para que algo quedara, para que con ese algo, los justos analizaran y descubrieran la verdad. Por ejemplo, la parábola de la red arrojada al mar, esta parábola es una prueba de que Dios no ama a todos (Dios no ama a todos los peces).

Todos quieren quedarse con los buenos peces… Dios también, ningún buen pez se le escapa, deja los malos peces para sus enemigos porque Dios no ama a todos los peces ni ama a sus enemigos. La parábola de la red echada al mar se parece a este mensaje en la internet que busca pescar buenos peces. Esa parábola es una prueba de que Dios no ama a todos (Dios no ama a todos los peces). Pero los malos peces del imperio romano, al saberse excluidos del amor de Dios, actuaron como el mayordomo infiel de la parábola del mismo nombre: adulterando los textos. Una pericia a los textos hace notar que las cosas no cuadran, así se demuestra el fraude, los malos peces lloran, crujen sus dientes contra el perito, pero sus malos deseos contra él se ven frustrados porque Dios está con el buen pez, Dios está con los justos: Salmos 112:10 Al justo lo verá el impío y se irritará; Crujirá los dientes, y se consumirá. El deseo de los impíos perecerá. El que se irrita contra mi a causa de estas palabras solo demuestra que es injusto: Salmos 14:5 Ellos temblaron de espanto; Porque Dios está con la generación de los justos. Mateo 13:47 Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peces; 48 y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera. 49 Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos, 50 y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. El fraude del mayordomo infiel Lucas 16:5 Y llamando a cada uno de los deudores de su amo, dijo al primero: ¿Cuánto debes a mi amo? 6 Él dijo: Cien barriles de aceite. Y le dijo: Toma tu cuenta, siéntate pronto, y escribe cincuenta. Entonces los lobos romanos que deseaban vestirse de ovejas (ser impostores de los santos) dijeron: ¿Qué dijo San Pedro?, los otros romanos le respondieron: San Pedro dijo que Jesús murió por los pecados de los justos, quienes deben ser limpiados y emblanquecidos al conocer la verdad y apartarse de apoyar calumnias de Roma contra ellos mismos (Daniel 12:10 Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán. Proverbios 11:9 dice: «El hipócrita con la boca daña a su prójimo; mas los justos son librados con la sabiduría». ). Entonces los mayordomos infieles de Roma dijeron: Escribe que el santo dijo esto: 1 Pedro 3:18 Porque también Cristo murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, muerto en la carne pero vivificado en el espíritu. El peritaje demuestra que esa afirmación no cuadra! porque Dios no odiaba a Jesús. Proverbios 17:15 dice: «El que justifica al malvado y el que condena al justo, ambos son igualmente abominación a Jehová. Ni Jesús, como hombre justo, haría algo por amor a los injustos!. Proverbios 29:27 Abominación para los justos es el malvado, Y abominación para el impío es el recto en su camino. Y hay muchos fraudes parecidos a estos.

El niño le dijo a su padre: “¡Papá, un pez con cuernos fue capturado por nuestra red!”

Su padre le respondió: “¡Bota ese pez maldito fuera de la red, porque no todo lo que Jehová creó es bueno ni debe aceptarse, que lo pesque mi enemigo que me ha calumniado diciendo que yo dije: 1 Timoteo 6:4-5 Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias; porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado.

Que él se trague sus palabras concretizadas en el consumo de este pez maldito, veamos si sus oraciones a Zeus, su dios de cabello largo, le otorgan el milagro de convertir lo malo en bueno.

Deuteronomio 32:41 Si afilare mi reluciente espada, Y echare mano del juicio,

Yo tomaré venganza de mis enemigos, Y daré la retribución a los que me aborrecen.

42 Embriagaré de sangre mis saetas, Y mi espada devorará carne; En la sangre de los muertos y de los cautivos, En las cabezas de larga cabellera del enemigo.

43 Alabad, naciones, a su pueblo, Porque él vengará la sangre de sus siervos,

Y tomará venganza de sus enemigos, Y hará expiación por la tierra de su pueblo.

44 Vino Moisés y recitó todas las palabras de este cántico a oídos del pueblo, él y Josué hijo de Nun.

Todos quieren quedarse con los buenos peces… Dios también, ningún buen pez se le escapa, deja los malos peces para sus enemigos porque Dios no ama a todos los peces ni ama a sus enemigos.

“Dejaré la basura para Poseidón, Zeus, Neptuno, Cupido, Atenea, y los otros dioses olímpicos“.

El reino de Dios es selectivo, como una red echada al mar por pecadores que rechazan los malos peces

Romanos 14:15 Por causa de comida los romanos se ofendieron y falsificaron mensajes.

Demostrando que la resurrección de Jesús nunca ocurrió.
Desmintiendo doctrinas falsas e historias inventadas por el Imperio Romano: La resurrección de Jesús y su predicación de amar a nuestros enemigos.
En las profecías en las que Cristo creyó, no hay amor por los enemigos, solo amor por los amigos. La profecía del Salmo 118 es referenciada por el mensaje en Mateo 21:33-44, lea ambos y note que el amor por los enemigos es una de las falsificaciones romanas contra sus palabras y las palabras de otros hombres que amaban la justicia, especialmente si lee Apocalipsis 6:9-10, notará que los santos no aman a sus enemigos, lo cual es inconsistente con que prediquen lo contrario. Hechos 7:60 también es inconsistente con Apocalipsis 6:9-10 y la profecía en Salmos 58:10 que dice que los justos serán felices, pero solo una vez que sean vengados, lo cual es compatible con la doctrina del ojo por ojo, pero es inconsistente con la impunidad contra los malvados predicada en Génesis. 4:15, y esto demuestra que el fraude romano también alcanzó los textos que ellos llamaban “los libros del antiguo testamento de la Biblia”, eso explica las contradicciones: Entre Génesis 17:11(2 Macabeos 6) y Levítico 19:28 (Filipenses 3:2) (no defiendo la circuncisión), o las contradicciones entre Daniel 12: 10 (Apocalipsis 13:10), Salmos 135: 6, Ezequiel 33: 1, Proverbios 16: 4 (Apocalipsis 20:15), Ezequiel 18: 23-24 y Apocalipsis 22: 11. Se te dijo que Jesús resucitó en Romanos 8:11, y que Él regresará de las nubes del cielo según Hechos 1:11. Pero esas afirmaciones son falsas, porque Jesús no resucitó, y el regreso de Jesús y los otros santos es a través del nacimiento de nuevo (La reencarnación a una segunda vida), en concordancia con Hebreos 9:27, Oseas 6:1-3, Daniel 12:2, Mateo 21:33-43 y Salmo 118. El Imperio Romano profanó el sábado con la excusa de que Jesús resucitó el domingo, lo cual tampoco es cierto. Incluso han mentido al respecto porque Jesús nunca resucitó al tercer día, ya que en la parábola de los malvados labradores en Mateo 21:33-44, el mismo Jesús hace referencia a una profecía relacionada con su regreso, dicha profecía se encuentra en el Salmo 118:5-25, y los hechos allí narrados no sólo son incompatibles con la doctrina del amor a los enemigos, también son incompatibles con las experiencias que tendría
un hombre que descendiera del cielo entre las nubes; Miqueas 7:1-10, Salmos 118:1-24 y Salmos 41 hablan de lo mismo: Vive en la tierra y es castigado por Dios porque Dios quiere que se dé cuenta de que cometió pecados involuntarios, peca porque es ignorante porque reencarna sin recuerdos del conocimiento que tenía en su vida pasada, y reencarna (nace de nuevo en un cuerpo nuevo), en el tercer milenio después de su muerte en la cruz (Salmos 22:16-18, Oseas 6:1-3).

Recibieron facultad para juzgar por haber sido fieles a Dios hasta la muerte en su vida anterior